Formas y Torbellinos

Esta pintura presenta un mundo dividido en dos mitades reflejadas, conectadas por una línea texturizada que parece representar una frontera o barrera. Sobre un fondo negro profundo, emergen complejas figuras abstractas, símbolos y personajes en tonos vibrantes de amarillo, naranja, verde y azul. La composición genera una sensación de simetría distorsionada, como si dos dimensiones coexistieran y se influenciaran mutuamente.

Las formas parecen cobrar vida, entremezclándose con patrones orgánicos y líneas geométricas que evocan circuitos, laberintos o estructuras biológicas. La presencia de elementos luminosos y manchas descendentes refuerzan la idea de una energía en movimiento, creando un ambiente cósmico o místico.

El uso del negro como fondo resalta los colores brillantes, dando un aire de profundidad y misterio. La textura rugosa en el centro, combinada con las pinceladas expresivas y los detalles minuciosos, hace que la obra transmita un sentimiento de caos organizado, como si representara un universo en constante transformación.