Flujo Urbano

    Desde una perspectiva curatorial, esta obra en acrílico sobre cartulina se percibe como un entramado visual donde lo caótico y lo orgánico conviven en un mismo plano. El artista construye un lenguaje plástico híbrido: superposiciones de manchas gestuales en tonos grises, violetas, ocres y turquesas se entrelazan con signos gráficos más precisos —líneas negras, patrones geométricos y figuras que remiten a diagramas urbanos o arquitectónicos. El conjunto transmite la sensación de un mapa fragmentado, un territorio en constante transformación, donde la mirada se desplaza de lo micro a lo macro, encontrando símbolos ocultos, figuras casi humanas y estructuras que evocan ciudades, máquinas o redes.