El Ruido de las Miradas

Esta obra presenta un universo vibrante donde lo cotidiano y lo espiritual se entrelazan. Los caracoles, en un rojo intenso y rodeados de formas geométricas y rostros fragmentados, remiten a su uso ancestral como medio de comunicación con lo sagrado. Aquí, los caracoles parecen flotar en un entorno de manos, rostros y patrones que evocan tanto lo ritual como lo comunitario. La composición transmite un diálogo constante entre lo terrenal y lo divino, entre la ofrenda y la invocación.